Si nadie lo remedia, y no tiene pinta, entramos de cabeza en esa época del año que casi todo el mundo espera con gran ilusión. Digo casi todo el mundo porque a mí, como al Scrooge de Dickens la Navidad me gusta «cero patatero». Las razones son infinitas pero destacan por encima del resto las siguientes: los niños en casa casi veinte días, algo que sería motivo de dicha en mi caso se convierte en desdicha pues mis hijos son de todo menos tranquilos; la cocina no ha sido ni es ni será una de mis aficiones favoritas y en estos días solo salgo de ella para ir al baño; finalmente, el tema de los gastos que no hay cuenta corriente ni saneada ni moribunda que los aguante. Conclusión: Señor, haz que pase de mi este cáliz cuanto antes y que el 9 de enero llegue ya.
Dicho esto y pesando en vuestras cuentas corrientes -y en la mía, por supuesto- hoy os propongo cinco conjuntos para que vuestros niños -con «o»- vayan arregladitos estas fiestas sin necesidad de que vendáis un riñón o pidáis una segunda hipoteca. Espero que os gusten:
El primero de ZIPPY con camisa escocesa que son mi perdición:
Feliz semana.