
Pues sí, la Primera Comunión de los Compritas Boys fue muy bonita, los niños estaban felices, la ceremonia fue preciosa y los invitados estaban encantados. Pero hubo una persona que sufrió y que no pudo disfrutar como hubiera deseado: su madre.
Y es que estos hijos míos no paran de causarme preocupaciones y desasosiegos. Como veis en las fotos iban guapísimos y perfectos -al menos para mí- pero, no os engañéis, esto es solo una foto y la realidad fue muy otra. Como os digo, un día lleno de sobresaltos para esta pobre madre.
Os voy a contar, evidentemente, de donde es toda la ropa que llevan los tres pero dejarme, primero, que me desahogue con vosotras que me vais a entender, no como el padre de las criaturas que dice que soy una exagerada y que me preocupo por tonterías.
1. La niña. Iba ideal, el vestido era divino y el color le sentaba fenomenal pero… yo soy un poco torpe con el metro y lo encargué un poco demasiado corto. Tanto que tuve que comprar «underwear» nuevo, limpio y mono por si acaso… Aún así, le advertí a la niña que en esta Comunión íbamos a jugar a que ella era una estatua y que no podría moverse en todo el día pero especialmente durante la ceremonia no fuera a ser que el sacerdote la echara de la iglesia por indecente. No debió pillar la gracia del juego porque se movió y mucho y, claro, cada vez que la niña daba una vuelta o se agachaba a mí o se me paraba o se me aceleraba el corazón. Este corazón mío debe ser bipolar y no se aclara…
2. El «Mini-Romay». Estaba feliz. No he visto una cara de satisfacción más bonita en mi vida. Se le salía la felicidad por las orejas y, precisamente por detrás de la oreja izquierda, además de la felicidad, le salía un caracolillo que hacía que, más que un niño a punto de tomar su Primera Comunión, pareciera un «cantaor» a punto de arrancarse por «soleares».
3. Lo del Mindu creo que fue lo peor. A mí este niño me quita la vida. Os prometo que yo me esforcé y que cuando dejé a los niños en la puerta de la sala en la que esperarían a que empezara la ceremonia el niño iba hecho un pincel, bien limpito, bien planchadito, bien arregladito. No entiendo que pudo pasar en los veinte minutos que transcurrieron desde ese momento hasta el inicio de la ceremonia pero a mí casi me da un pasmo y un espasmo cuando, al subir a besar el Altar y darse la vuelta para ponerse de frente a toooooda la congregación allí reunida, lo que se viera fuera esto:

Ja ja ja ja muy fan del Mindu!
Qué guapos y qué mayores están María…
Un besazo enorme
jajajaja… lo que me he reido!!… a mi me pasa a veces lo mismo… pero yo al contrario que tú, peco de largo… en fin… con los años voy espabilando….
El chico guapo a rabiar eh!
mil muak
Jajaja, María eres tremenda!! Qué divertida eres!! A ti, y sólo a ti te pueden pasar estas cosas. Lo del Mindu es genial!!!
Estoy deseando leer el resto de los detalles
Que me encantan, MARÍA, que lo sepas y no seas «xageráaaaaaa» :
-La niña de tus ojos, bien cortita, ideal.
– Tachenko, para comérselo con caracoles ( con lo que me gustan a mí en salsita, jejeje ).
Y el MINDU, salao, salao, en su línea. Tengo que decirte que me encanta descamisado pero no entiendo que no haya nadie que supervise sus entradas a escena, jijijiji. Y demuestra mucha personalidad al no dejarse cortar la melenilla, jejeje
En definitiva…………. ¡ NIÑOS !
MUAAAAAAAAAAAAAC
¡¡¡Ay!!! A mí me hubiera pasado como a ti… aunque sepas que eso no es lo más importante del día, en ese momento el disgusto no te lo quita nadie. ¡Enhorabuena por todo lo demás!
Un corazón muy resistente, sí señora!!! Estos chicos no acabarán contigo fácilmente, está claro!!!
Jajaja, gracias por desahogarte porque, perdóname, pero ha sido muy divertido!
Mi hija mayor también hizo la comunión este sábado y, excepto porque cortaron la calle que va a la iglesia por una feria de coches y casi no llegamos a tiempo, todo fue perfecto.
El estrés previo… ya es otra cosa…
Un beso
Ja ja ja ja ja me parto contigo :)))) Como madre te comprendo, porque solo queremos ver a nuestros soles perfectos. Pero como mujer te diré que hagas caso a tu marido o acabarás infartada je je.
Hola María
Los tres perfectos!!!. No podía ser menos.
Ay, que suerte que ya has pasado el sarampión (como llama mi marido a la comunión de mi hija), yo tengo que esperar (o desesperar) hasta finales de junio y no sé si daré resistido mi histerismo habitual multiplicado por cien.
Entre que el vestido aun no está acabado (sólo le hemos hecho la prueba del tual) y que los zapatos los he encargado a Belle Chiara y supuestamente no llegan hasta una semana antes (cruzo los dedos a todas horas), vivo en un sinvivir. Ayer me saló un sarpullido en las manos y esta noche he soñado que en el restaurante no nos servían nada de comer.
Y bueno, he visto al Mindu con la camisa de fuera y me han empezado a picar más las manos, porque mi hija es igualita, pero en niña. Siempre sale de casa ya despeinada y con alguna mancha, los rodillas de los pantalones le duran dos puestas, y gracias que el vestido de comunión es largo, porque no hay forma de que cierre las piernas cuando está sentada. Yo creo que el sarpullido me salió ayer cuando Sor Mónica me dijo que en la ceremonia iban a llevar una vela encendida.
Así que entiendo tu desasosiego perfectamente, aunque todo hay que decirlo, el niño hasta para desarreglarse tiene estilo.
Jajajaja qué risa!!! Me imagino al cura escandalizado con el vestido (y si había monjas, peor). Pero estaban muy guapos los 3.