Sentido sin sensibilidad

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En un principio el post de hoy iba a titularse «Sentido y Sensibilidad». La idea era hacer una loa a la sensibilidad infantil poniendo, por supuesto, como ejemplo a mis maravillosos hijos. Os iba a hablar de lo cariñosos que son con las personas mayores, especialmente con sus abuelos a los que llaman por teléfono, escriben cartas, etc. Ya sabéis, el típico rollo de madre que piensa que sus hijos son los «más-mejores» del mundo y que luego, a kilómetros de distancia, vienen los demás.

Desgraciadamente el otro día tuve una conversación con ellos, los tres, que me abrió los ojos. La sensibilidad que manifiestan hacia sus ascendientes es, simplemente, un espejismo en medio del desierto.

El jarro de agua fría cayó sobre mí cuando, al salir del colegio, quisieron saber más sobre la renuncia del Papa Benedicto. La charla se inició con un contundente «el Papa ha dimitaó» por parte del Mindu. Después de corregir su error gramatical, y tratando de responder a alguna de las preguntas de su prolijo interrogatorio, les expliqué que el Papa ya es un poquito mayor y que se siente un poco débil para realizar todo el trabajo que tiene un Papa. «Es que está muy cansado» les dije.

«¡Pues vaya!» respondió el Mindu, «si va en limusina». A lo que la niña, muy docta en cuestiones vaticanas aclaró, «no, va siempre en el papamóvil así que no sé porqué se cansa». No recuerdo los argumentos del Nuevo-Romay pero estaban en línea con los de sus hermanos. Confieso que todavía no me he recuperado de la impresión que me causó ver que los tres estaban de acuerdo en algo.

La conversación discurrió por unos derroteros poco publicables, sobre todo, si tenemos en cuenta que me gustaría que los niños esquivaran la ex-comunión y pudieran comulgar el año que viene.

Sin negar que los argumentos de los disertadores, que no comparto en absoluto, tenían cierta lógica -el sentido-, tengo que admitir que demostraron tener muy poco tacto y comprensión -la sensibilidad-.

Yo, sin embargo, me voy a quedar con mi idea inicial y os voy a enseñar unas fotos de una marca de moda infantil que, cuando las vi, me recordaron a la maravillosa película «Sentido y Sensibilidad».

TULIP200

Otras fotos y otras prendas que también me han gustado son éstas:

TULIP100

De todas las imágenes de la colección que aparecen en la web de la firma -y son unas cuantas- he hecho una selección de las que más me han gustado pero, si queréis ver todas o acceder a su tienda online, podéis hacerlo desde en el siguiente enlace:

tulip.jpg

Lo dejamos por hoy. Esta tarde, si mis sensibles hijos me lo permiten, repaso los avisos.

3 Comments

  • Los niños es lo que tienen, muchas veces, no solo no es falta de sensibilidad, sino lógica aplastante ( a mi también me parece muy raro, raro que un Papa dimita…y lo digo porque en mi casa ya han comulgado todos)
    Y cambiando de tercio, hoy que puedo comentar, porque desde el Ipad no me deja, te diré que me encanta cómo escribes, ya se que te lo dirán todas, pero es que eres mundial, con un sarcasmo y una guasa que no se puede aguantar…que arte
    Me ha gustado mucho la ropa que has puesto, perfecta para mi peque, que ya no lo es tanto, y en dos días estoy en Berskha con ella. Horror!
    Besotes desde Salamanca
    Gema http://loquehacemimadre.blogspot.com.es/

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