La vida se complica…

—————–

Se supone que a medida que con el paso del tiempo la humanidad se va dotando de de avances que le van simplificando la vida. Lo dudo.

Cuando yo nací, hace taitantos años, mi madre -como la mayoría de las madres de la época- estuvo ingresada unos cuantos días. Uno de esos días, abuelos, tíos y primos vinieron a la clínica y celebraron, en la pequeña capilla, mi bautizo. En una sala cercana a la capilla se sirvió un sencillo catering y, en poco tiempo, se dio por terminada la celebración. Mi madre no asistió, se quedó en su habitación del hospital disfrutando, supongo yo, de sus últimas horas de tranquilidad en mucho tiempo.

Ocho años después se celebró mi Primera Comunión. La modista de toda la vida me hizo el vestido, en la papelería de toda la vida se encargaron los recordatorios y en el hotel de toda la vida mis padres invitaron a la familia y a algunas amigas mías del cole a un desayuno a base de chocolate y rica bollería. Tras jugar un rato en el jardín del hotel se dio por concluida la celebración.

Sencillo, ¿no? Pues mirad la que se lía ahora.

Actualmente, cuando nace un niño, empieza a ser habitual organizar, muchas veces por sorpresa, un «Baby Shower» a la madre. No voy a hablar del término pues no es el momento pero, como tema para conversaciones, ahí está. A la celebración pre-natal suelen asistir, previo envío de la correspondiente invitación, algunas familiares de la feliz futura mamá y sus mejores amigas.

A mí nadie me organizó un «Baby Shower» -ni con sorpresa ni sin sorpresa- pero, si me lo hubieran organizado, ésta es la invitación que seguramente hubieran redactado los que me conocen bien.

Podéis leer el texto ampliando la imagen

Como buena -o no tan buena- católica he bautizado a mis tres hijos. Como pésima anfitriona ni envié invitaciones ni tuve ningún detalle con los invitados al bautizo. Si hubiera tenido el detalle de hacer recordatorios de bautizo, creo que este y  con este texto hubiera sido perfecto:

Por supuesto también he celebrado la Primera Comunión de mi hija y celebraré, si nadie lo impide -ya os dije el otro día que no descarto una posible excomunión- la de los enanos. Aquí,  tengo que decir, sí hice recordatorios que la niña repartió entre los invitados más contenta que unas castañuelas. Es más, no tengo claro si la cara era la de una recién comulganta repartiendo recordatorios o la de una estrella del rock repartiendo sonrisas y autógrafos. No sé si los invitados recordarán, dentro de unos años, la Comunión de mi hija pero, si hubiera elegido éste, estoy segura de que no la olvidarían con facilidad.

Todos estos recordatorios los he encontrado y los he personalizado yo misma -nadie me ha ayudado- en una web que se llama SENDMOMENTS en la que podéis encontrar la tarjeta ideal para cada momento. Yo he elegido estos modelos pues son de los que más se adecuan a mi estilo pero, si éstos no os gustan, hay muchos más entre los que elegir. La idea de ser yo misma la que decide e introduce los textos, escogiendo el tipo o el color de letra, me ha encantado pues a través del método ensayo y error consigues que al final la tarjeta sea exactamente como tú quieres.

 SENDMOMENTS

No veo el momento de que los niños se casen para ir encargando las invitaciones. Ya tengo alguna idea…

Os dejo el enlace a la web y con ello, y porque noto que algunas ya estáis algo nerviosas con el tema, doy por inaugurada la 4ª Temporada de Comuniones en Compritas.

AVISOS

1. En VENTE-PRIVEÉ siguen activas las campañas de las que os hablaba ayer. A la de CHICCO podéis acceder pinchando AQUÍ y la de LOURDES la encontráis clickando AQUÍ.

2. En MAMUKY hay un montón de cosas de las que también os hablaba ayer. Os destaco, pues como os dije ayer me encantan, pijamas de OH! SOLEIL, la moda de PETIT NAIF, las maletas TRUNKY y los disfraces para los enanos. Pero del tema disfraces vamos a hablar otro día, si os parece…