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«Ni pa ti ni pa mí». Es decir que voy a ver si escribo un post que satisfaga a las que queréis conocer las novedades para el invierno que viene que pudimos ver ese fin de semana en FIMI y a las que empezáis a perder pelo del estrés que tenéis encima pensando que se acerca la Primera Comunión del retoño y no tenéis nada preparado.
El sábado por la mañana conseguí encontrar un rato para, mediante el método sprint, visitar unos cuantos de los stands que allí estaban presentando sus colecciones.
Uno de los stands que no quise perderme, pues me gusta mucho estilo, fue el de la firma DADATI de la que os hablé hace ya algún tiempo. Desde que la conozco ya he incorporado alguna de sus prendas al fondo de armario de mis hijos. De hecho, el chaleco de la foto es uno de los modelos favoritos de mis hijos varones.
También es verdad que a ellos les debe importar un pimiento si el chaleco es de Dadati o de Gucci for Men, a ellos lo que verdaderamente les importa es que es un chaleco uno tienen mangas. Yo no sé si os pasa a vosotras pero mis hijos siempre han mostrado tener una preocupante obsesión por los chalecos. Si por ellos fuera irían a la playa con el chaleco, dormirían con chaleco, se ducharían con chaleco… Es una especie de chaleco-manía o chaleco-dependencia.
Como os decía, el chaleco y el polo de la imagen son parte del fondo de armario de los niños. Se trata de un chaleco reversible – por un lado es azul marino de toda la vida, por el otro es estampado en cuadritos azules- que ofrece muchas posibilidades. Es divino de la muerte.
Pero volvamos a Valencia. Fui a ver el stand de Dadati con la idea de hacer algunas bonitas fotos de tonalidad amarillenta con la cámara del SQVEMCYEEPDMH. Misión imposible. Había tanta gente que no conseguí encontrar espacio para cuadrar ni una sola foto. No es que yo suela cuadrar mucho las fotos pero siempre tengo la intención.
Por un momento pensé en subirme encima de una silla para coger ángulo -o como se diga- pero mi sentido del ridículo me lo impidió. También valoré el ponerme a gritar ¡fuego, fuego! y así espantar a los clientes pero decidí que, con la que está cayendo, un cliente es un tesoro y en el futuro aquello pesaría sobre mi conciencia. La idea de echar un puñadito de cucarachas en el suelo -lo vi en La Que Se Avecina- también se me pasó por la cabeza, pero no tenía cucarachas a mano. En fin, finalmente decidí dar pequeño empujoncitos y a base de codazo y codazo, esto es lo único que conseguí:
La ropa de Dadati se puede encontrar ya en varias tiendas de varias ciudades pero hay una tienda en Madrid en la podéis encontrar casi todas sus colecciones -por no decir todas-. Tambíen os hablé de ella hace un tiempo, no mucho, se llama CHARLOTTE&MA y está en el precioso espacio FEDERICA&Co en la calle Hermosilla 26.
Pues bien, y aquí está el enganche con el tema de las comuniones, es precisamente en Charlotte&Ma donde las madrileñas podéis encontrar la colección de vestidos de Primera Comunión que ha preparado PETRITAS para esta temporada.
Os dejo este pequeño collage -les he cogido afición- en el que aparecen algunas imágenes de la tienda y una muestra de los vestidos de Petritas pero si queréis ver la colección completa visitad su página web a la que accederéis pinchando AQUÍ.
En la sección avisos dos recordatorios:
1. En Vente-Priveé ha empezado hoy una venta de Spantajáparos en la que además de ropa de verano vais a poder ver parte de la colección Spantahome. Podéis acceder desde AQUÍ y, si necesitáis amadrinamiento, podéis utilizar el correo de Compritas: compritasparalospeques@gmail.com
2. En Mamuky hay un montón de ventas ideales: Stay-Little, Biricoque, Don Faldón, etc.
¡Y mañana ya es viernes!
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La colección de Dadati también está en VOS, en la calle Castelló 113, de Madrid, donde te atienden de maravilla. Si tienes la suerte de encontrarte con Arancha, su dueña, verás que maravilla de atención y encanto.