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La semana pasada el Mindu recibió su primera invitación de cumpleaños del curso. Como el celebrante era un amigo del cole antiguo, di por hecho que el «marrón» de la compra del regalo no recaería sobre mí. Así que llamé a la madre del niño para confirmar asistencia y preguntar quien era la madre recaudadora.
Todavía no había madre recaudadora designada por lo que opté por comprar el regalo de manera autónoma y así se lo hice saber a mi interlocutora. Propuse comprar un balón de baloncesto pues es el deporte practicado por el «cumpleañero».
¿Problema resuelto? Pues no, por la noche ya me habían llamado dos madres más para sumarse a la compra del regalo. Al día siguiente, que era el día en que me acercaría a Decathlon a comprar el balón y algo más, ya éramos cinco. Me había convertido oficialmente en la Madre Pringada de este cumpleaños.
Siguiendo el plan previsto, el jueves por la tarde, tras asistir a la presentación de un nuevo producto y mientras miles de manifestantes colapsaban el centro de Madrid que era ¡vaya por Dios! donde se celebraba dicha presentación, emprendí rumbo a la gran superficie deportiva.
Como el número de madres había ido in crescendo, aproveché el atasco del siglo para enviar un whatsapp a la madre del celebrante con el fin de que me orientara acerca de como emplear el dinero recaudado. Por el mismo sistema me dijo que el niño quería un chándal como el que tenía pero de color verde.
¡Ah, pues qué bien! Me dije yo a mí misma. ¿Me puedes enviar una foto para ver como es el chandal? le dije a la madre. Al cabo de un rato y cuando ya llegaba, después de más de una hora, al final de la calle Hortaleza, me llegó la foto del niño con su chandal.
Como el chandal no iba a ser muy caro le pregunté por alguna otra opción.
– «Un casco para la bici» -damos por hecho que la bici per se no lleva casco y que éste es para la cabeza del niño mientras monta en bici- me respondió.
– «Estupendo», pensé y volví a preguntar a la madre, «¿De qué talla?».
– «Pues no lo sé porque es muy cabezón» me respondió.
– «Pues mídele la cabeza» fue mi respuesta.
– «¿Cómo se la mido?, replicó.
– «No sé, mira a ver si con un metro de esos que se utilizan para medir lo consigues» le dije.
Al cabo de 15 minutos, que es el tiempo que debió tardar en encontrar el metro de medir, el niño y su cabeza, cuando yo ya enfilaba el Paseo de la Castellana, llegó la información: «56 cm».
Tras otra hora más de paciente conducción conseguí llegar a la tienda y, ¡gracias a Dios!, encontrar todos los regalos. Eso sí, cuando llegué a casa los niños ya estaban terminando el «Jesusito de mi vida».
Comprenderéis entonces que no cambie ni una coma de la palabras que escribí hace más de un año:
¡Regalos! Siempre he querido pedir un crédito ICO y ahora ya sé para qué. Voy a montar una web de regalos de cumpleaños para facilitar la tarea a las madres como yo que ya no pueden más -ya les le dicho a mis niños que no sean tan sociables y empiecen a dar patadas a los amigos a ver si así dejamos ya de recibir invitaciones-.
La idea es la siguiente, se abre una cuenta con el nomy bre del “celebrante”, las mamás de los niños invitados van haciendo su aportación online y, cuando se cierra el plazo y en función de lo recaudado, se envía el regalo bien al “celebrante” o a una de las madres participantes para que lo lleve en mano a la fiesta. No me negaréis que la idea es buenísima. Te evitarías ir como una loca a cada fila, buscar a la madre que se ha encargado de comprar el regalo, llevar el dinero suelto… eso sí eres tú la que va al cole porque si no vas tienes que estar pendiente de llamar a otra madre para que te ponga el dinero, luego dárselo tú a ella, etc., etc…
Emprendedores prepararos, aquí llegamos!
(El texto completo lo podéis encontrar AQUÍ)
Y ahora podría deciros que he puesto en marcha mi idea. Pero no. No he sido yo. Se me han vuelto a adelantar. Otra oportunidad perdida.
Fijaros si tendrá «guasa» la cosa que, precisamente, el producto a cuya presentación acudí antes de «El Gran Atasco» es una web cuyo objetivo es racionalizar y facilitar a las madres -anfitrionas e invitadas- la compra de los regalos de cumpleaños o de otro tipo de eventos lúdico-festivos.
Os dejo la invitación a mi cumple, para que veáis un ejemplo, en ella os pone una dirección web a la que se accede directamente al evento que yo he creado y que es donde se puede ir haciendo la aportación. No os esforcéis porque todavía no está dado de alta así que no vais a poder ver que he pedido. Además, he tenido que controlarme porque no dejan poner regalos de un valor superior a 3000 euros. Os podéis imaginar que por menos de eso a mí no se me ocurre nada…. Debajo de la invitación tenéis el enlace a la web.
Espero que a los chicos de REGALOLA les vaya bien. Yo seguiré pobre…
Jajaja, a mí siempre me pasaba lo mismo…con eso de que no trabajas fuera de casa, al final siempre nos tocaba a la msma. despues de varios largos años, de recaudadora , depositaria y buscadora de reglos, llegamos a la siguiente conclusión. Si el regalo, SIEMPRE lo elegimos la madre del cumpleañero, por què no ser nosotras las que nos encarguemos de comprar el regalo al susodicho? .todos contentos. Mamà y nen@ siempre con el regalo adecuado, y los invitados no se han tenido que volver locos. Es una idea perfecta y sobre todo , pràctica. segun vas confirmando la asistencia al cumple, y el participo del regalo, la madre en cuestion, ya sabe con cuanto dinero cuenta para el regalo de su hijo, si quiere poner màs, es cosa suya.
Suena fatal, y queda como regulín, pero pràctico es un rato largo.
Bs
Gema http://loquehacemimadre.blogspot.com.es/
Te leo y me identifico totalmente contigo.
Mis hijos ya han empezado la temporada de cumples y esta semana ya tenemos 2, y como dices tú yo soy la madre pringada.
Menos mal que como todos piden cosas de futbol tengo ya mi tienda de cabecera que el chico cuando me ve aparecer hace la ola, porque a lo largo del año le dejo ahí un presupuesto.
Jajajaja María,
Qué bueno!! Me siento totalmente identificada contigo!! El año pasado me encargaron de los regalos de todos los cumpleaños!! Un horror!!! Eso por pava y por rápida y por no saber estar callada!!
No sé yo lo de esa web…eh?? Ojalá funcione bien porque a mi precisamente me vendría de lujo!!
Un beso,
María