Verano, veranito….

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Siempre he admirado a Teresa&Leticia por tres razones: la primera por sus diseños que me parecen todos preciosos; la segunda, por las impecables fotos de su web firmadas siempre por Casilda de la Pisa y; la tercera por este aviso, «cerramos del 26 de junio al 3 de septiembre». ¡Eso sí son unas vacaciones como Dios manda!

Aún así, no me quejo y os diré que las vacaciones de Compritas han sido sustancialmente más cortas pero no han sido unas malas vacaciones. Os las resumo.

Después de unas tres semanas pensando en la ropa que llevaría a la playa, dediqué unos tres días a preparar las maletas. Como ya he comentado en anteriores ocasiones, y con el fin de ahorrarme comentarios desagradables por parte del señor que vive en mi casa, esta tarea la realizo cuando el susodicho no está en la misma. Aún así, algún que otro «reproche» he tenido que escuchar pero lo sobrellevo con alegría y, sobre todo, con cierta indiferencia pues, al final, siempre me llevo lo que considero justo y muy necesario.

He de reconocer que la habilidad que, con los años, he desarrollado para cerrar el equipaje -ya sea sentando a los tres niños encima o haciéndolo yo misma- es digna de encomio. Como digno de encomio es el progreso que supone haber utilizado durante las vacaciones algo más del 60% de la ropa que llevé superando con creces el 50% que suele ser la media de otros años.

En la playa lo hemos pasado bien haciendo lo que se suele hacer en estos casos: tomar el sol, comer, pasear, comer, leer, comer, ir de compras, comer…. y este año y de una manera un tanto obsesiva por mi marte, jugar a Apalabrados. Es tal la adicción que tengo que creo que voy a eliminar la aplicación y así evito la tentación.

Pero si hay alguien que verdaderamente se lo ha pasado en grande en la playa ha sido la pre-insoportable niña de mis ojos. O eso dice ella porque yo, realmente, no lo he visto. Solo un día después de instalarnos en el apartamento «hizo pandilla» con otras «pre-insoportables» de la urbanización y ya no la vi más. Estoy pensando que el año que viene voy a pedir una rebaja en el apartamento por falta de uso.

Para sus idas y venidas, y haciendo gala de seguir los dictámenes de la moda, la «pre-insoportable» ha lucido una gran variedad de modelos: shorts «denim» -vaqueros de toda la vida-, shorts blancos, shorts rosas, shorts camel, shorts rojos y shorts «navy blue». Además su muñeca se ha ido adornando progresivamente con gran variedad de pulseras, unos 12 centímetros de brazo más o menos. Todo ello hace que cada vez tenga más claro o de cambiar el nombre del blog. He pensado llamarlo «Blog de Moda Infantil y Pre-Adolescente». Y digo pre-adolescente porque, si esto sigue así, para cuando esta alma cándida llegue a la adolescencia yo ya me habré pegado un tiro.

En el capítulo «shopping veraniego» os diré que he estado de lo más comedida y a los niños no les he comprado nada de nada. Otra cosa es lo que yo me he comprado a mí misma pero, entre que éste es un blog de moda infantil y que el SQVEMCYEEPDMH no sabe nada y quiero que siga así, no os lo puedo contar.

Y, ahora que lo pienso, a la niña de mis ojos le compré dos camisetas para combinar con su amplia gama de shorts. Las compré en la tienda de Horse Time que es una marca de la que os hable hace justo un año pues todos los veranos pico-peco algo allí. Tiene ropa sport de esa muy española y que a mis hijos les encanta y una página de Facebook un poco «chuchurría» en la que apenas se ve toda la ropa que tienen.

Os dejo el enlace y mañana más…

HORSE TIME

 ¡Ah! y un par de besos de reencuentro para todas y cada una de las que estáis por aquí. ¡Me encanta estar de vuelta!… ejem, ejem…

 Otro ¡ah! Me acabo de acordar de que a la niña también le compré unos zapatos muy british en el mercadillo. Los tengo tan guardados que no sé donde están pero, en cuanto aparezcan, os los enseño.

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