Segundas oportunidades.

A veces la vida te da segundas oportunidades. Otras veces no. En los últimos días he estado pensando mucho sobre este tema y he llegado a la conclusión de que es mejor no tentar a la suerte y aprovechar las primeras oportunidades pues no es seguro que lleguen las segundas.

Os voy a poner un ejemplo para que comprendáis el mensaje que se encierra detrás de este profundo razonamiento.

Durante años, muchos años, he escuchado al SQVEMCYEEPDMH que yo compro por impulsos. Que veo una cosa y no me lo pienso dos veces y luego, pasa lo que pasa, que al día siguiente estoy de vuelta en la tienda para devolver lo adquirido con tanta precipitación.

Y, para ser fieles a la verdad, tiene razón. No lo voy a negar. A mí las cosas me cuestan lo que pago por ellas más un 15 % más en gasolina.

Hace unos días, al tomar plena conciencia de este problema, decidí iniciar un proceso de modificación de conducta e intentar controlar ese afán de comprarlo todo «aquí y ahora» por temor a quedarme sin ello. Después de un par de semanas poniendo en práctica esta nueva conducta he llegado a la conclusión de que no es del todo acertada.

¿Por qué digo ésto? Pues porque la semana pasada, en uno de mis «clubs» favoritos de venta online, Buyvip, comenzó una venta de ropa de la marca Padel Lobb que a mí me encanta y que, por cierto, también tiene ropa deportiva muy mona para los niños. Había un vestido monísimo que costaba 19 euros cuando en tienda cuesta más de 40. Un chollo porque además era justo lo que estaba buscando. Pero entonces me acordé del SQVEMCYEEPDMH y empecé a decirme a mí misma: ¿es realmente necesario?, ¿no tengo ya suficiente ropa para jugar al pádel?, ¿es coherente comprar en la primera semana de octubre un vestido de verano?, ¿con el ridículo que suelo que hacer cuando juego, no será mejor ir discretita que con este modelito tan «fashion»?

Conclusión, no compré el vestido. Sin embargo no he podido quitarme el vestido la cabeza en toda la semana, ha sido cono una obsesión. Así que ayer, dándome cuenta de que mi equilibrio y salud mental eran más importantes que esos 19 euros y que, de seguir así, el psiquiatra me iba a costar muchísimo más caro, decidí comprar el vestido.

¿Y qué ha pasado? Lo que tenía que pasar, que cuando entro en la web, tarjeta en mano, para comprar el preciado vestido, la venta de la marca ya se ha terminado. Ahora no solo sigo obsesionada con el vestido sino que además me ha entrado complejo de tonta. Y la pregunta es, ¿me dará la vida una segunda oportunidad y podré conseguir «mi» vestidito? No lo sé.

Sin embargo, hay otros ejemplos más optimistas que ponen de manifiesto que, a veces, las segundas oportunidades también llegan. No sé si recordaréis que hace unos días os comentaba que me había quedado con las ganas de una americana de Trasluz. Estuve pensándolo la friolera de dos días y cuando decidí que sí, que tenía que ser mía, ya estaba agotada en la firma.

Pero la bondad del Señor es infinita y la he vuelto a encontrar en una tienda ideal: Anena.

Anena es una tienda a la que tengo especial cariño, y eso que todavía no he ido a verla, ya que su dueña es una de las primeras lectoras que tuvo Compritas y con quien he intercambiado incontables correos a lo largo de estos años. Además, podría decir que la he visto nacer -me refiero a la tienda- ya que Magnolia me ha tenido informada de todo el proceso.

En fin Magnolia, que iré a verte pero es que ¡estás tan lejos…!

Por las fotos que he podido ver, la tienda es grande y cuenta con multitud de marcas -Trasluz, Lio-lio, Foque…-  Seguro que más de una ya ha entrado alguna vez pues tenéis un enlace en la parte de arriba del blog ya que Anena es uno de los patrocinadores de Compritas.

ANENA

Y hablando de enlaces, muchas me habéis preguntado por la lista de mis tiendas favoritas que estaba en la «home» (somos de lo más profesional). Pues no ha desaparecido, todo lo contrario, está siendo revisada, ordenada y ampliada. Aún me faltan de poner muchos enlaces pero podéis acceder a ella desde el link DIRECTORIO en la parte de arriba del blog y también en el lateral izquierdo.

Todavía me faltan muchas direcciones por enlazar pero espero conseguirlo antes de Navidad.

P.D. Pido perdón por la falta de regularidad en los posts de esta semana pero es que, tanto los niños como yo, hemos empezado las extra-escolares y estoy agotada: lleva a éste aquí, recoge al otro de allá, deja a uno no sé dónde, haz los deberes por el camino… Sabéis de lo que hablo, ¿verdad?

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4 Comments

  • hola, siempre te leo y nunca comento, lo siento, pero me encantas!
    pero hoy no lo puedo evitar… ese vestido lo compre yo alla por junio en la misma tienda, por cierto talla justo, te aconsejo comprar una mas de la que suelas comprar, y es precioso… pero lo compre llevada de un impulso como tu, y todavia no lo he estrenado jajajaja.
    asi que seguramente volvera una tercera venta de lo mismo… digo yo.
    besos,

  • sí, claro que lo sabemos, nosotros empezamos hoy «piscina» y digo nosotros porque nos implicamos todos tanto que al final la actividad extra-escolar se
    convierte en excursión en familia!!! en fin…
    paciencia…las aguas volverán a su cauce
    bss

  • Mil gracias Maria, y no estamos tan lejos!!!!!!!!!! M40, y en media horita estás en Navalcarenro, son 35, 40 km. Asi es que hazte un huequin en la agenda y un dia de estos comemos.
    Un beso

  • Yo también soy de las de mucho leer y poco comentar, pero hoy no me resisto…
    En mi caso por dejar pasar una oportunidad, me he quedado sin mis vestidos favoritos para las niñas esta temporada. El mismo día que publicaste el post de Labubé, me decidí a comprarlos y los metí en mi cesta. Pero las dudas sobre las tallas y no sé que otras (que ahora no logro entender)hicieron que me lo pensara demasiado. Al final cuando me decidí, resulta que me había quedado sin vestidos porque la tela estaba AGOTADA. ARRGGG!!!!
    No veas el chasco y encima ahora por muchos vestidos que veo, ninguno me convence porque tengo el otro metido y bien metido en la cabeza.
    En fin, sólo espero que en la próxima oportunidad, no me entren las dudas y compre por impulso, a pesar de que el señor de mi casa opine más o menos como el de la tuya
    Un abrazo

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