Nieve, botas, interrogantes y bañadores.

En la tierra del señor que vive en mi casa y es el padre de mis hijos ha nevado un par de veces en los últimos cincuenta años y, desgraciadamente, a él simpre le ha pillado fuera. Este hecho, aunque él no lo reconozca, le ha causado un trauma.

Afortunadamente para él, el sitio en el que vivimos ahora es más proclive a ese tipo de precipitaciones, una o dos al año, pero para él es suficiente: en el garaje de mi casa se acumulan 50 kilos de sal para «por si acaso»; tiene un atuendo de alta monataña con el que podría acompañar a Jesús Calleja -¡qué majete!- en alguna de sus excursiones «extremas»; Roberto Brasero es uno más de la familia, si no comemos con él es como si nos faltara algo; su página de inicio es la de la Agencia Estatal de Metereología y entre sus favoritas está http://www.eltiempo.es/ de Maldonado; las cadenas para las ruedas son un básico indispensable en nuestro maletero independientemente de la época del año y del lugar al que vayamos y; le tengo prohibido jugar a la loteria porque estoy convencida de que si un día nos toca en vez de un Porsche me aparca una maquina quitanieves en la puerta de casa.

El jueves Roberto comentó que había muchísimas posibilidades de nevadas en la zona centro. Como lo que dice Roberto «va a misa» el viernes por la mañana el SQVEMCYEEPDMH decidió que había que ir a Decathlon urgentemente para comprar unas botas de nieve a los niños pues las del año pasado nos quedan muy pequeñas.

«Tú mismo cariño, yo no puedo ir. Compra las que te parezca pero, eso sí, que sean iguales».

La misma tarde del viernes el «primer mejor amigo» de Tachenko celebró su cumple. Para «rematar» la fiesta cenamos todos juntos. Entramos en el restaurante sobre las nueve y salimos a eso de las once. Mientras cenábamos vimos que había empezado a nevar pero no nos imaginábamos que había nevado con tanta fuerza. Estaba todo cubierto de nieve, precioso.

Entonces el SQVEMCYEEPDMH, cuya mirada se había iluminado al contemplar el panorama, me dice: «voy al coche a por las botas que les he comprado a los niños». Le vi tan satisfecho por tener el vestuario apropiado en el momento justo que no fui capaz de decirle que con traer el coche a la puesta bastaba. En fin, trae las botas y, ¡no os podéis ni imaginar lo que ha hecho!, ¡ha comprado dos rojas y unas moradas! ¡Moradaaaaaaaaas!

– «Pero amor mío, ¿no habíamos dicho que iguales?

– «Si iguales son iguales, solo que son de diferente color, es que no quedaban números».

– «Mi vida, pues haberme llamado porque a ver que hacemos ahora con esto!»

– «Pues ponérselas ¿no?»

Y ahí es cuando empiezo otro de mis veloces procesos mentales. Vamos a ver, yo puedo vestir a los niños con ropa de diferentes colores -hay pruebas fotográficas- pero dentro de un límite. Por ejemplo, el verano pasado estaban muy monos todos con unas bermudas blancas, la niña con polo y bambas rosa y los niños con sus respectivos polos y bambas azules. Pero, ¿me quiere alguien explicar que argumentos puedo encontrar para justificar que mis hijos lleven unas botas rojas y mi hija unas moradas?

Lo que me pide el cuerpo en ese momento es decirle que las botas no se ponen y que mañana, o cuando se pueda, vamos a otro Decathlon a cambiar la morada y, si no encontramos la roja que nos falta se devuelven todas y punto. Ahí mismo, sobre la marcha me imagino a los tres niños jugando en la nieve con sus botas rojas, unos forros polares rojos, también de Decathlon, y sus bufanditas rojas. Ya no puedo pensar en otra cosa, necesito esa foto…

Pero por otra parte pienso que si le digo eso voy a parecer una madre frívola y desnaturalizada más preocupada porque sus niños vayan bien combinados que porque se puedan agarrar una pulmonía. Conclusión:

– «Por supuesto vida mía, vamos a ponérselas ahora mismo no vaya a ser que se constipen y encima vamos a dar gracias a Dios por lo oportuno que has estado esta mañana yendo a por ellas y la suerte de que las tuvieras en el maletero» (junto a las cadenas, seguro).

Ahora bien, en cuanto pueda me voy a por las rojas que me faltan.

Cuando por fin llegamos a casa y enciendo el ordenador, me encuentro con un correo de una mami que está «como loca» (sic.) buscando bañadores monos para sus niños.

Y ahí es cuando se despiertan en mí algunos interrogantes: ¿estamos bien?, ¿nos ajustamos, todas nosotras, a los parámetros de normalidad de la sociedad actual?, ¿puede ser esto, lo nuestro -se llame como se llame-, mucho más patológico de lo que en principio parece?

Sin duda y a las pruebas me remito:

1. Casi dejo que mis hijos cojan una pulmonía por no querer poner unas botas moradas a mi hija.

2. El viernes hacía un frío que pelaba en media España, caían chuzos de punta y había algunas madres angustiadas por no encontrar bañadores monos para sus hijos para ponérselos ¡Dios sabe cuando!

3. Viendo las webs y los blogs de algunas tiendas me he dado cuenta de que hay tallas de ropa de la temporada de verano que ya se han agotado.

En fin, mientras no nos encierren…

Os dejo un par de direcciones por si también necesitáis bañadores y otras cosas.

A http://www.minipapillon.com/  la mencionamos hace tiempo. Echad un vistazo, tiene unos bañadores ideales.

En http://www.ropadenenes.es/  vais a encontrar muchas cosas de Fina Ejerique, entre otras cosas la colección de baño de esta temporada: preciosa.

Feliz semana.

11 Comments

  • No sé, pero siempre me solidarizo con Mindu, Tachenko y ahora con ESQVEMC… Si es que teneis que mirar el fondo con el que hacemos las cosas.
    Saludos,
    Jaime

  • Menos mal que las botas moradas eran las de la nena, porque así al menos hay un patrón (los nenes iguales y la nena de otro color)lo grave hubiera sido que las moradas le hubieran tocado a uno de los nenes porque entonces cómo se explica la combinación? Uy que yo también desvarío.. ja, ja. Un saludo.

  • Buenos dias María,pudo haber sido peor , que todas fuesen moradas….

    A otra cosa, yo tambien busco bañadores , aqui no nieva nunca , y lo mismo en el mes de mayo ya vamos a la playa. Hay que anticiparse por lo de las tallas y conjuntos para que "vayan iguales".¿no te parece?. Voy a ello.

    Besos,

    Ada

  • Mujer, lo hizo por eso de que se lleva mucho el morado, aunque parece mentira que ese señor duerma contigo (por eso de que dos que duermen en el mismo colchon son de la misma condición), pq mira que no saber tu poca afinidad con ese color ¿no?. Jaja
    Aquí hace mucho frío, nieva, llueve, …, pero los bañadores y la ropa de verano se van agotando poco a poco o más bien de día en día. Es una locura que en el mes de febrero haya modelos que ya no pueda comprar para las 3 iguales osea que no quiero pensar ahora en el mes de marzo. La semana pasada se me ocurrio mirar bañadores en Gocco (que me encantan) y había modelos que ya no tenía para las 3 y os aseguro que aquí hasta bien entradito junio no los vamos a estrenar. Dentro de poco le vamos a pedir a los Reyes Magos la ropita de verano y los bañadores. Besotes.
    Marisa

  • ¡Gracias María otra vez¡ lo que me he reído con la aventura de las botas…A mi lo que me pasa es que como les haya puesto a los niños o a mí algo (que por algún error inexplibable) vea que no combina perfectamente, o que les va grande o algo así, me pongo (sin darme cuenta)de un humor de perros…Si ya se que estoy fatal…
    Bs

  • Bueno, mi total y solidario apoyo a ESQVEMC…porque yo no salgo de casa, ¡ no !, no me muevo sin ántes mirar eltiempo.es de Maldonado. Me ha sacado de un montón de imprevisiones, porque como acierta.
    Hombre previsor vale por dos.
    Un abrazo.
    Blanca.

  • Madre mía estas sembrada!!! jajajaja!!! yo tengo la misma relación con mi marido jajaja!! no entiende de colores sólo de….necesita unas botas y da igual el color o la forma, son simplemente unas BOTAS.
    Muchos Besos!!!

    Encontraste los recordatorios que querías?

  • Me siento como tu en muchas ocasiones, no se si el tema de la moda infantil empieza a ser enfermizo, Por algo mi esqtreqs osea el señor que vive en mi casa me dice que en vez una niña tengo una barbi

  • por una vez en el Norte estamos con sol y calorcito!! así que no me extraña que muchas mamis ya piensen en bañadores, que no es mi caso!!! jejejeje. Pero es verdad, yo creo que esto es un mundo de locos!!
    Bueno y siempre queda pensar en Ágatha Ruiz de La Prada, para combinar rojo y morado no???
    bsss

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